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lunes, 28 de febrero de 2011

CUANDO LA JUSTICIA SE HACE EN DIRECTO Y CON PLENA AUDIENCIA

Como defensora de la justicia restaurativa siempre he pensado que la participación de los directamente implicados en un delito en todo el proceso de justicia penal no sólo es beneficioso para ambos sino también para sus allegados. Asimismo la implicación de la comunidad produce unos beneficios de magnitudes incalculables, ya que el principal daño que produce un delito es la pérdida de confianza tanto a nivel personal como comunitario. Precisamente esta Justicia Restaurativa favorece la restauración de esta confianza asi como la reparación material y moral a la víctima directa del delito.
Pero ¿qué ocurre cuando la participación de la comunidad se hace de forma mediática? Últimamente los delitos que ocurren en España son tratados hasta la saciedad por los medios de comunicación hasta el punto de que los periodistas empiezan a parecer detectives e incluso jueces y fiscales. El colmo de esto fue el otro día cuando escuché estupefacta como en directo y en horario de plena audiencia, una persona confesaba la culpabilidad de un pariente en un crimen, algo que no habían conseguido ni jueces ni policía.
Esto que puede ser positivo por cuanto se está ayudando a hacer Justicia también es extremadamente beneficioso economicamente hablando, para este medio de comunicación, ya que los "coletazos" de este hecho, darán tema de conversación durante largo tiempo.
Estoy totalmente de acuerdo en la importancia de la prensa para conectar con el ciudadano, y trasmitirle de forma eficaz ciertos valores que tiene la justicia y hacia donde caminar para lograr esta ansiada justicia, más humana y más eficaz. Sin embargo, sino se hace de forma correcta se corre el riesgo de equivocar a la comunidad y dañar más que beneficiar.
¿Qué concepto tienen los ciudadanos de la justicia, al ver que unos periodistas han conseguido más que la maquinaria judicial y policial?Y sobre todo lo que más me preocupa es el impacto de esto en las víctimas, tanto las víctimas de este delito como las víctimas de cualquier otro delito...¿Por qué? Como pueden sentirse al ver que una persona que ha encubierto y ha participado en un crimen reprochable y que ha creado gran alarma social, ha recibido todo el protagonismo de los medios de comunicación y de la sociedad en general.
Desde ya, mi opinión es que se ha quebrado un poco más si cabe, la confianza de los individuos en la justicia, y esto nos perjudica a todos, no sólo como "potenciales" víctimas de cualquier delito, sino también a los que creemos en una forma de ver la justicia más humana ( restaurativa) porque el ciudadano tiene conceptos erróneos sobre todo el tema de la justicia penal muy dificiles de explicar y corregir ( por ejemplo creen que queremos ser "blandos" con los infractores, que es mejor el castigo y cuanto más mejor, y se olvidan por completo de atender las necesidades de las víctimas directas e indirectas del delito dando el protagonismo a la reparación moral y material del delito....) Todos estos valores son dificiles de transmitir a una sociedad y unos politicos totalmente mediatizados.

martes, 22 de febrero de 2011

¿Somos tan punitivos como parecemos?

Me gustaría compartir con vosotros la pregunta que me hago habitualmente: ¿realmente somos tan punitivos como parecemos?
En un principio se podría decir que si, efectivamente si miramos a nuestro alrededor sería posible asegurar e incluso afirmar que si pudieramos nuestra ley sería la del talión.
Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de factores, y es que cuando se sufre un delito, automaticamente uno se convierte en víctima y desde ese momento se empieza a pensar como le gustaría a uno que se recordara lo sucedido y lo que sucederá.
Se tienen sentimientos encontrados de miedo, vulnerabilidad, verguenza e ira. La "sed de venganza"se convierte en un sentimiento habitual en las victimas y sus allegados. El error puede ser cuando se intenta demonizar y calificar como un sentimiento malo y negativo estas ganas de venganza , esta hostilidad.
¿Por qué? porque como seres humanos que somos es parte de nuestra naturaleza tener ciertos sentimientos o incluso pensamientos calificados como "politicamente no buenos", pero también es verdad que el ser humano puede razonar, dejarse guiar y evolucionar, y el trabajo de los profesionales de la justicia, debería ser dar la oportunidad a las victimas para que de la hostilidad y la ira pasen a la reconciliacion, especialmente consigo mismos. Estos sentimientos si bien parecen antagónicos son las diferentes paradas en un mismo camino hacia la restauración emocional de estas victimas tras el daño sufrido.
En ocasiones me preguntan si muchas víctimas acceden a participar en un proceso restaurativo, aunque pueda parecer extraño a simple vista, son muchas las que acceden y eso que a veces lo hacen por mera curiosidad, y diciendo que ante todo desean que el infractor pague lo que les ha hecho. Lo que hacemos nosotros no es decirlas que no deben tener estos pensamientos sino animarlas a que cuenten todo lo que sienten....y es que para sorpresa de muchos, las victimas de delitos suelen desear sobre todo una reparación moral que comienza siendo escuchadas porque al final comprenden qué ocurre en un proceso penal: el juzgado le dice al infractor qué ha hecho mal, pero no va a dejar a las victimas mostrar a este delincuente por lo que estan pasando debido a su mala conducta, y es que realmente la mayoria de las víctimas no quieren más condena, quieren que el infractor reconozca lo que han hecho, esto tan sencillo y a la vez tan complicado, para las victimas supone un reconocimiento como personas, transformar la humillación en honor, la ira en superación.
Por eso la muchas de las personas que reclaman penas más duras y más castigo, en realidad nunca han sido victimas y nunca han pasado por un proceso penal en los tribunales.
A estas personas les ofrecería dos opciones de justicia:
  1. una justicia centrada en la reparación del daño, ( demostrando así que la preocupación principal es la victima)y en la reintegración de esta victima y si es posible del infractor ( demostrando que nos preocupa el bienestar y la seguridad de la comunidad, y deseamos un mundo mejor con menos infractores cometiendo delitos y con menos victimas aisladas de su entorno porque no han superado su trauma)
  2. una justicia que concibe el delito como una violación de la norma, en la que el estado es la victima y se centra de forma exclusiva en qué castigo se va a imponer al infractor.

Muchas veces oigo que no hay justicia, que no se ha hecho justicia, por eso qué mejor forma de tomar conciencia de qué es justicia que participar activamente en la toma de decisiones, esto se consigue con la justicia restaurativa, ya que lejos de dejar que todo se haga por terceras personas ajenas totalmente a las partes, con esta justicia se va a asumir una posición madura y responsable participando de forma directa en todo el proceso ( en el plan de reparación del daño, en el compromiso del infractor para con la victima...) Quien sabe si a través de esta Justicia Restaurativa, ( opción 1º) la opinión del ciudadano sobre la justicia pueda mejorar...

viernes, 18 de febrero de 2011

LAS NECESIDADES DE LAS VICTIMAS

El sistema de Justicia Tradicional ( llama justicia retributiva) ha distanciado al infractor de la víctima, poniendo a esta última como un simple sujeto pasivo dentro de la comunidad, a pesar de ser la principal protagonista de un hecho que la afecta tan directamente como es el delito. El estado tal y como decía Christie, se apropia del conflicto, pero no sólo eso, también pasa a considerarse como "víctima" ya que una norma creada por él ha sido vulnerada, todo el proceso se hace entre el estado y el infractor.
Frente a esto la Justicia llamada Restaurativa propugna que la víctima debe de ser descubierta como parte fundamental junto al infractor y a los operadores juridicos y colaborando con la efectividad del sistema de justicia penal.
Howard Zehr, uno de los padres de la Justicia Restaurativa, establece que esta justicia significa sobre todo y por encima de todo trabajar con las víctimas. Y en ocasiones al tratar con víctimas, no se encuentran las palabras adecuadas para definir las etapas por las que atraviesan desde el momento en que sufren un delito y cuales son sus necesidades por eso este autor habla de "viaje":
  1. Viaje al entendimiento
  2. Viaje al honor
  3. Viaje reivindicativo
  4. Viaje hacia la justicia
En la primera y segunda etapa, las víctimas se enfrentan a un proceso psicológico e interno en el que su necesidad primordial es intentar convivir con lo que han sufrido y poder superarlo. Se trata de reconstruir la historia, incorporando el delito como una parte más de sus vidas y trayectorias personales además se intenta transformar la humillación, que supone sufrir un delito en honor ( no es algo deshonroso ser víctima, sino que es un honor poder superar el trauma y salir adelante)
En la tercera etapa, las víctimas reflejan el proceso interno de las dos anteriores etapas en el mundo exterior a través de las reinvidaciones. En este momento, las víctimas necesitan saber que una persona (infractor) es la responsable. Necesitan que desaparezca el desequilibrio de poder entre ambos (victima e infractor) y que la balanza se equilibre lo más posible.
En la cuarta etapa, en la que el delito ha llegado a los tribunales ( a la justicia), las víctimas tienen una serie de necesidades:
Seguridad, se sienten satisfechas si creen que hay menos posibilidades de que el infractor vuelva a cometer nuevos delitos
Información y respuestas, las víctimas dicen que una de las mayores frustraciones es la dificultad que tienen para encontrar informacion sobre la evolución de sus casos. De hecho alguna víctima afirma que es lo único que desearían conseguir del sistema judicial.
Participación, necesitan participar y ser consultadas durante todo el tiempo que dura la tramitación. Desean que se las cuente la verdad y se las dé el "poder" para tomar parte en un hecho que las afecta de forma protagonista: el delito.
Muy relacionada con esta necesidad de participación es la necesidad de:
Reconocimiento, las víctimas quieren que se las estimule para sentirse partes de la Justicia. A traves de la participación, restauración emocional y reparación material del daño se las está dando el reconocimiento y el valor que tienen como personas y como víctimas para que así la experiencia de la victimización se resuelva de forma satisfactoria. En cuanto a la restauración emocional, se puede decir que mientras los juzgados y los abogados hacen referencia al daño y sufrimiento experimentado y en ciertos casos son adoptadas sentencias con condenas economicas para compensar este daño, las víctimas suelen afirmar que el daño moral solo puede ser sanado por un acto de reparación emocional.
La mayoría de los delitos son estresantes, conllevan sentimientos de vulnerabilidad, enfado, desconfianza, verguenza o auto culpabilidad. El problema es precisamente que el sistema de justicia tradicional falla porque trata todas las ofensas de la misma manera, a pesar del diferente impacto que causan en las diferentes víctimas. Por supuesto que en ocasiones, la reparación material también resulta importante para las víctimas, y prefierente que se haga directamente y de forma voluntaria por el infractor.
Estas necesidades de las víctimas son tratadas de una manera más humana y eficaz a traves de los procesos restaurativos inspirados en esta forma de ver la justicia llamada Restaurativa o Reparadora.

martes, 15 de febrero de 2011

JUSTICIA Y PERDÓN

Llevo varios días acordándome de las palabras de Toni Canto, actor que recientemente perdió a su hija y el novio de esta, por un conductor ebrio. Cuando le escuché, automáticamente pensé que quería que el infractor pasara toda su vida en la cárcel, esperé resentimiento e ira en él...¡pero no!... Tan sólo dijo que para esta persona, su deseo era que se recuperara pronto y así tuviera fuerzas para afrontar lo que se le venía encima, ya que había quitado la vida a dos chicos jovenes.Esto que parece tan dificil de comprender en los tiempos que corren, se llama empatía, y es algo que la Justicia nos debería ayudar a alcanzar a todos los que en algún momento de nuestra vida podamos ser víctimas de un delito. Esta empatía puede ser el paso previo para el perdón, si, perdón....Reconozco que el fin último de la justicia no es este perdón, pero realmente una justicia justa, humana y eficaz ( como puede ser la llamada Justicia Restaurativa) puede ayudar a que este perdón surga.
El perdón no es algo que favorezca exclusivamente al infractor, por el contrario va a beneficiar enormemente a la víctima. Perdonar no significa olvidar, ni "poner la otra mejilla", ni tan siquiera que la accion dañosa del delincuente va a desaparecer...significa que los infractores se van a dejar perdonar porque han reconocido y asumido su responsabilidad y su culpa. La "sed de venganza" y el perdón pueden ser dos estadios lógicos en la evolución de las victimas y unidos entre sí, se trata de que la victima se pueda perdonar primero y ante todo a si misma, ya que en ningún caso ha sido responsable y culpable de sufrir un delito, así podrá continuar con su vida,haciendo que el delito sea un aspecto más de ella, lo recordará pero sin amargura, porque habrá podido al menos "cicatrizar sus heridas".
Si realmente se quiere ayudar a las víctimas, tenemos que atender sus necesidades, escucharlas, ayudarlas...para que el sentimiento de hostilidad que surge en un primer momento, se transforme en "reconciliación consigo mismas y con su entorno", sólo así podrán rehacer su vida, despojarse del "rol de víctima" en algunas ocasiones perpetuo y construirse un futuro.
"Perdón es la fragancia que la violeta suelta, cuando se levanta el zapato que la aplastó" Mark Twain.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Más castigo o reparación del daño

Me gustaría compartir con todos vosotros, cómo me siento...."utilizada"sí, ¿por qué? Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automaticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( victimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes...
Respecto de los familiares entiendo esta reacción, propia de un primer estadio del trauma sufrido por el delito, lo que no llego a entender es el uso mediático del dolor de las personas tanto por determinados sectores de la prensa como por algunos de nuestros políticos. He de reconocer que hasta yo, en alguna ocasión, acabo creyéndome que un endurecimiento de las penas puede ser la "panacea" de los problemas de la delincuencia...Pero realmente ¿esto es así? Se han añadido más delitos, se han aumentado las penas....y sin embargo hay escasa contención de los infractores, un ejemplo claro son los delitos de violencia doméstica.
Entonces ¿por qué nos tratan de "vender" algo que no es cierto? Más audiencia, más votos...
Realmente la fuerza disuasoria que conlleva el aumento de las penas, no funciona a no ser que la persona se pare a pensar acerca de las probabilidades de ser "pillado", calcule que el riesgo es alto y sabiendo cual puede ser el castigo tenga miedo.
Si alguna de estas condiciones falla y se comete el delito surgirán los problemas:
1º la amenaza que estaba destinada a disuadirlo de cometer el crimen hará que quiera escapar del castigo. Intentará negar los hechos, minimizarlos e incluso estará dispuesto a hacer cualquier cosa por muy "cruento" que esto sea, con tal de "librarse" del castigo.
2º Si la pena consiste en prisión y ésta se lleva a cabo, esto hará que el infractor sea más propenso a repetir conductas delictivas porque la cárcel rompe con sus relaciones personales, le hace más dificil conseguir un trabajo, un hogar...Además durante su estancia en prisión irá desarrollando un sentimiento de ira y venganza, ya que el mismo sentirá que es una "víctima del sistema". Cuantas más personas hay en prisión, más dificil es contrarestar los efectos no deseados.
Frente a esto, somos muchos los que pensamos que hace falta ayudar a las victimas a mitigar su dolor, superar su rol de víctimas para que pueda continuar con sus vidas. Se las debe dar "poder" para que puedan tener voz en decidir qué necesitan para reconciliarse consigo mismas y con la comunidad. Por otro lado ¿ no será mejor dar una oportunidad a los infractores para que se den cuenta que realmente su accion ha dañado a una persona? Se les debe ayudar a que asuman su responsabilidad, vean el daño que han ocasionado y comprendan que su obligacion moral y social es reparar o al menos aminorar el dolor causado a las víctimas. Todo esto sin perjuicio de que su acción delictiva deba recibir el reproche social correspondiente. Estoy hablando de justicia que restaura, justicia restaurativa.
No podemos condenar a las victimas a ser victimas de por vida. El otro día leí un comentario de una víctima de agresión sexual, que accedió a participar en un proceso restaurativo, reuniendóse con su agresor, este proceso no tuvo efectos de reducción de la pena para el infractor, pero la víctima ( tras oir como el juez de su caso creía que el delito había destrozado su vida) pudo recuperar el control y el poder sobre su vida, y el agresor se paró a pensar por primera vez que efectivamente su accion había causado un gran daño a otra persona ( dejó de minimizar su acción). Tenemos la obligación de ayudar a las víctimas a "cicatrizar sus heridas" pero también tenemos el deber de intentar que el infractor se conciencie y asuma su culpa, porque de esta forma estaremos ayudando a otras futuras potenciales víctimas de este infractor y todos nos podremos recuperar del delito, porque recobraremos nuestro sentimiento de seguridad que se ve vulnerado cada vez que oimos que un nuevo crimen ha sido cometido.

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